jueves, 14 de junio de 2007

El tiempo apartado

Pensando en el mañana. Susana Ragel Nieto


La melancolía no es un estado del ánimo, como se dice.

Más bien, es un puente necesario para cruzar de una estancia del alma a otra: tiene su espacio y su por qué, su lugar y su tiempo.

Hay que vivirla sin rechazo, pero sin abandonarse: lugar de paso, nada más.

Y nada menos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero tiene vida propia la muy perra a veces decide cerrarte las puertas de salida ... hay que estar alerta todo el rato que pases en esa zona de paso, por si las moscas.
Un beso.

Gwynette dijo...

En serio?. Me dejas más tranquila ...

-precioso dibujo-

Cariños de alcachofa

Ana dijo...

Como un pasillo...
A veces es tan largo...

Un beso.

Edanmir dijo...

Es tan dulce por contraste la melancolía, que te atrapa como un túnel sin salidas. Y después solo queda que te saquen. Salu2.

MENS REA dijo...

Sumergirse en ella a veces te deja sin aire. Nada, nada ... no dejes de dar brazadas y cuando llegues a tierra, tiéndete al sol, para secarte de ella y ver el infinito horizonte que tienes delante.

Saludos

Churra dijo...

Peligroso lugar de paso ....
Besos

Tris dijo...

sí... pero a veces la muy godida... te pilla

un saludo

Paços de Audiência dijo...

Es un compañero de viaje inseparable e incómodo. Pero inevitable. Porque sin ella, jamás encontrarás la salida.