DOMINGO DE RAMOS
Me coloqué a su izquierda como si sólo pretendiera celebrar el Domingo de Ramos a su lado y durante unos segundos aspiré en silencio su olor, una exacta combinación de perfume y sudor que excitó mucho más que mi olfato. Cerré los ojos y me pareció mentira estar allí, tan cerca de Amparo, guardando la cautelosa distancia de los desconocidos...
Los pacientes del Doctor García. Almudena Grandes
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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