El volumen más miserable, abandonado, manchado, despellejado, gris, sobado y con las esquinas de las páginas dobladas, en seguida se transforma si contiene una dedicatoria lo suficientemente distinguida. Qué manos no temblarían al sostener el gastado ejemplar de Corinne de Madame de Staël, en cuya página de cortesía Byron escribió una seductora nota de 226 palabras para la Marchesa Guiccioli que acababa así: "Lo que siento por usted es más que amor y no puedo dejar de sentirlo. Piense a veces en mí cuando los Alpes o el océano nos separen, sin bien no lo harán nunca, a menos que usted lo desee."
Ex libris. Anne Fadiman
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