Cocinar es otra forma de crear.
Compartir, un atajo a la felicidad.
Cultivar la amistad en la diferencia y hacernos compañía con naturalidad.
Alargarnos las vacaciones en la mesa puesta: probar, catar, indagar, comparar… umm, riquísimo, exquisito. Nos vamos a Éfeso, Dublín, Ibiza, Burgos o Almuñécar…
El lugar es sólo el dato, la excusa, lo que reconforta es saber que nosotros íbamos en el equipaje.
1 comentario:
Ando empeñada en aprender a cocinar....con escasos resultados, no creas.
Todos los miercoes acude a comer a mi csasa una de mis amigas, que asume el papel de catadora experimental.
Hago progresos tan ridiculos como pelar judias verdes o escalopines con boletus. Le pongo voluntad.
Me parece imposible imaginar la casa de mi madre sin olor a cocinas.
No quiero aceptar limitaciones tontas, solo las justas.
La olla express, va detrás de las judias..¡¡
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