No, no me vas a dar el trato que destilas para los que te piden ayuda. Gracias, no te necesito. Hay otras puertas abiertas, generosas, de las que reciben y ofrecen, nutritivas. Más que puerta, eres un muro con picaporte. Lo siento por los que me encaminaron hacia ti: creían que conocías la palabra colaboración. Se equivocaron: ni ésa ni otras como educación, amabilidad, generosidad… conforman tu diccionario personal, que debe ser de los muy, muy abreviados. ¡Que te disfruten ellos, muñeca!
1 comentario:
A A. no le digas nada, con ese nivel de bastardeo moral, no lo necesita....
Pero...tu, encantada de cerrar esa puerta y de que no se abra.
Claro que no lo necesitas, no necesitas nada, solo ganas y un par de zapatos.
Besos, Hilda
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