Me. Clara Gómez
Mis dos "¡Ha sido espantoso!" debieron de sonar como estampidos. Este fugaz recorrido de silencios lo realicé colgada de la implacable mirada de Aurore. Sus ojos me hablaron: "Somos hormigas bajo sus botas, pueden hacer con nosotros lo que quieran y van a matarnos. La única salvación es que no nos vean ni nos oigan. Nada de ruidos, nada de salir, si nos olvidan puede que no nos maten.
La higuera. Ramiro Pinilla