martes, 30 de agosto de 2022

Sapore di sale...

Desnudos en la playa. José de Togores i Llach



Sabor de sal, sabor de mar, sabores

de soles sucedidos en tu cuerpo,

en tu piel extendida por la arena;

sabor de ti cuando te beso y antes

y después.

Sapore di sale... Enrique Molina Campos

lunes, 29 de agosto de 2022

Flores enamoradas

Anémona encantada
enamorada.
Orquídea despeinada
enamorada.
Flor abierta o cerrada
enamorada.

No me las enseñes más
que me matarás.

Anémona encantada. Rafael Alberti

domingo, 28 de agosto de 2022

Porque si

La Belle. Boris Kustodiyev

PORQUE SI. Porque cada estrella
trae su noche prendida
en su temblor de seda.

Porque si. Pedro Pérez-Clotet

viernes, 26 de agosto de 2022

MI PLAYA

Es playa de mi noche tu boca, Capitán.
Tu cuerpo, mi sueño.

jueves, 25 de agosto de 2022

METAMORFOSIS

Donald Roller Wilson

Quebradizos como alas de libélula, van pasando los años, tan ciertos al final, tan infalibles. Tu piel bajo los besos está llena de heridas y la flor de tu sexo tiene un rincón de sombra. Más tu hermosura vieja sigue siendo un milagro, la inocencia feroz que explica cada verso.

Josefa Parra

miércoles, 24 de agosto de 2022

EL CABALLO

Tom Chambers
Su galope brioso.
El destino le otorgó un jinete excelso.
Cayó en campo de acantos.
Lo remató una espada compasiva.
No lamentéis su muerte, que no era inocente:
daba él hermosura a la batalla.

Caballo muerto en la batalla. Felipe Benítez Reyes

lunes, 22 de agosto de 2022

A temperatura ambiente

Alineación al centroNevera nueva. Antonio López

En la nevera
he guardado tu foto.
Y ya no enfría.

Jesús Aguado

miércoles, 17 de agosto de 2022

La noche

La noche vuelve
a inundarme de luz.

Tú eres la noche.

Astro nocturno. Luis Alberto de Cuenca

jueves, 11 de agosto de 2022

Travesía

Desde arriba. Nara Miranda

No te asustes. No mires hacia la oscuridad. Yo haré un puente que cruce de tu casa vacía a mi casa vacía.

El enamorado. Benjamín Prado

lunes, 8 de agosto de 2022

¿Te he dicho que te adoro?

Ariadna. John Vanderlyn

Rosa, mi corazón,
mi latifundio,

mi campo de amapolas,
mi arroyuelo,

mi torreón de mirlos,
mi rocío,

mi noche de verano,
mi proyecto
al fresco de la tarde,
mi ola,
salta,
salta a mis brazos.

Deja que revuelva
un poco tu cabello,
mientras pienso
en la colmena oscura,
con las mieles
ya colmadas de agosto,
y el murmullo
de las abejas.

Corazón, mi Rosa,
te adoro simplemente.
¿Te lo he dicho?

XII. Cantos a Rosa. Antonio Muñoz Rojas

sábado, 6 de agosto de 2022

Los motivos del lobo (REEDICIÓN 18-6-15/6-8-22))


La playa de Portugal. Laura Vinader


Los motivos del lobo es un precioso libro, un libro-joya, que llegó a mis manos gracias a mi querida amiga Mª José, a la que ahora despido rumbo a otras aventuras. Joan Margarit es uno de mis poetas favoritos: adoro sus versos, su prosa y su conversación. Es arquitecto, catedrático de Cálculo de estructuras, y escribe versos y hace las dos cosas a la vez y al mismo tiempo (él lo ha dicho, que muchos de sus poemas se fraguan al mismo tiempo que calcula o visita obras). Me encanta que números y versos salgan de la misma cabeza, me reafirma en mi rechazo contumaz a la separación entre ciencias y letras. Me gusta también porque escribe a la vez en catalán y en castellano. Y también porque siempre, en todas las entrevistas que he oído o leído, siempre reivindica  la cultura para un futuro mejor, personal y social. Nunca se le olvida poner ese grano de arena, así por ejemplo en la entrevista del pasado martes 16 en El País:
Por eso debemos preparar a nuestros hijos con lecturas, armarles con la herramienta de la cultura, para que cuando la precisen, la lleven encima.

Sus poemas son tiernos y feroces a la vez, claros y directos, imposible no dejarse tocar por ellos porque nos trastean el alma y nos ponen a galopar el corazón. Los recomiendo porque hablan de nosotros, de sentimientos de todos los días, de gente que sufre y ama, que goza y vive como cualquiera.

El verano ya está aquí y las playas se llenan de  Gente en la playa, gente como ésta:

La mujer ha aparcado en una calle
junto a la arena.
Baja del coche y, sin prisa,
saca y despliega la silla de ruedas.
Después, coge al muchacho,
lo sienta y le coloca bien las piernas.
Se aparta unos cabellos de la cara
y, mientras siente como ondea su falda,
va empujando la silla de ruedas hacia el mar.
Entra en la playa por el pasadizo
de tablas de madera que, de pronto,
a unos metros del agua, se detiene.
Muy cerca, el socorrista mira al mar.
La mujer alza al chico:
lo coge por debajo de los brazos
y, de espaldas al agua, va arrastrándolo
mientras los pies inertes del muchacho
dejan dos surcos tristes en la arena.
Lo ha llevado muy cerca de las olas
y lo deja en la arena para volver atrás
a recoger el parasol y la silla de ruedas.
Estos últimos metros. Siempre faltan
los malditos, terribles metros últimos.
Estos te romperán el corazón.
No hay amor en la arena. Ni en el sol.
Ni tampoco en las tablas, ni en los ojos
del socorrista, ni en el mar.
Estos últimos metros
son el amor. Su soledad.
Joan Margarit
Brigid Marlin

jueves, 4 de agosto de 2022

No soy de ésas

Un día de verano. Berthe Morisot

No soy de ésas de carácter irritable.
Yo tengo sosegado el corazón.
                            Safo

 Me conmueve la belleza de un verso, 
me inspira, me da alas, 
apacigua mi día.

miércoles, 3 de agosto de 2022

Salvamento

Rayos-Amor. Chiqui Arjona

Al menos, puso la mano izquierda en medio de los dos, como quien arroja un cabo al mar, y allí la dejó inmóvil, a pesar de que el escay le producía escalofríos.
Nadia comprendió y, sin hacer movimientos bruscos, se desplazó al centro, le cogió el brazo por la muñeca, se lo pasó por la nuca, descansó la cabeza en el pecho de él y cerró los ojos.

La soledad de los números primos. Paolo Giordano

lunes, 1 de agosto de 2022

Al despertar

John Kacere
 
Escuchar tu voz por la mañana
como el sonido de un ruiseñor
susurrándome al oído
placeres prohibidos
que hacen de mí una ola
sin tus ojos de paraíso.

Al despertar (Tormenta de especias). Lamiae el Amrani, 2010