sábado, 29 de agosto de 2015

Añoranza

John Currin

Ya no los encontré de nuevo -tan deprisa perdidos...

los poéticos ojos, el pálido

rostro... en la oscuridad de la calle...


Ya no los encontré -me pertenecieron totalmente por azar,

y tan fácilmente los abandoné;

y después ansiosamente los quise.

Los poéticos ojos, el pálido rostro,

aquellos labios ya no los encontré.


Días de 1903. Kostandinos Cavafis

martes, 25 de agosto de 2015

Solo un instante

Le baiser. Auguste Toulmuche

Un instante le basta al corazón para volverse amante.

jueves, 20 de agosto de 2015

Animales de compañía

                                                                                               Károly Ferenczy

Este verano está cargado de periódicos. La quietud de la espera y el reposo obligado son más llevaderos así, aunque a veces también nos preguntemos si no aprovecharía más al corazón andar de espaldas a la realidad sin dar rendija al desconcierto diario de tener que alzar las cejas y hundir los hombros frente a tanto despropósito.

Los periódicos, sobre una butaca,
son como un animal de compañía
que yace, indiferente, dormitando.

Forés, 2008. Joan Margarit. Misteriosamente feliz, 2008

lunes, 17 de agosto de 2015

Tu mirada es el paisaje (CV)

Leo Putz

Las mujeres, en cambio, miran para otro lado. Ya sé que no se las debe mirar fijamente; sin embargo, cuando uno permanece durante un buen lapso entre un mismo grupo de mujeres iraníes, puede suceder que una de ellas se ajuste el velo de tal manera que de él asome por un instante un ojo, invariablemente negro, grande, brillante y enmarcado por largas pestañas.

Viajes con Heródoto. Ryszard Kapuscinski

sábado, 15 de agosto de 2015

Pasión por las preguntas

Niños mirando por la ventana. Cristina Fernández

El mejor maestro es el que enseña a preguntar.

jueves, 13 de agosto de 2015

Noveno cumpleaños

Hemos cumplido años.
Este blog, 9 y yo, 56, casi ná!!
Me felicito de que seáis parte de ellos.
Gracias por estar ahí.
Carlo Carrá

Más tarde crecí y envejecí, y de la mano paciente y lazarilla de las canas pude al fin aprender a olvidar la arritmia de la ira...

Félix Grande. Prólogo a Porque la muerte no interrumpe nada, de Luis Rosales, 2009

martes, 11 de agosto de 2015

Gracias y hasta siempre!


Bogdanov Belsky, Nikolay

Un periódico atrasado -otra vez!- me ha traído una luctuosa noticia. He sabido hoy, ocho meses más tarde, de la triste muerte de Rafael de Cózar, un poeta ocurrente que me ha hecho gozar con sus versos. Cual caballero andante, Cózar murió extintor en mano queriendo salvar de las llamas su riquísima y querida biblioteca. No consiguió salvar los libros, pero tampoco se separó de ellos. La vida tiene ocurrencias desproporcionadas y desconcertantes.
Lamento de veras su muerte, he perdido a uno de mis favoritos; suyo es uno de los pocos poemas que me sé de memoria, que recito de vez en cuando, a veces en silencio, a veces gritando, en ocasiones susurrando...


Desde ahora lo recitaré también para recordarle. Gracias y hasta siempre!
Me acostumbré a vivir
con los que ya no estáis.
Sobre ti, las estrellas.
Muy pronto sobre mí.

Poniente. Joan Margarit. Misteriosamente feliz, 2008

martes, 4 de agosto de 2015

El don de arder


Hay que apagar el fuego que llevamos dentro

para poder apagar el de fuera.

Toumani Diabaté

lunes, 3 de agosto de 2015

Tienen los viejos cafés algo de sucursal de la vida

Louis Anquetin 

Siendo de provincias y  pasando por Madrid sólo de tarde en tarde, no tuve ocasión de visitar el Café Comercial, pero siento su desaparición porque los cafés con solera aportan elegancia a las ciudades, y a las personas sosiego, porque son como islas en las que podemos sentirnos diferentes, parecernos a los que nos gustaría ser o fantasear con hazañas inalcanzables más allá de la puerta; son ¡otro mundo!
Todo lo que representa un café añoso está muy bien contado en El penúltimo café, EL MUNDO 28-07-2015. Pasaréis un buen rato leyéndolo, lo recomiendo.

El café es un refugio tremendo; es también un alivio de caminantes; es una zona neutra; es un descanso de la monotonía de la casa buena y un lujo barato para el inquilino de la casa mala.

Karen Offutt

 
En la terraza del café-restaurante, Martínez bebía un zumo de limón. Espesos cabellos negros, ojos azules, un vestido corto con franjas anaranjadas y amarillas, tirando un poco a violeta: una hermosa y joven mujer.

La edad de la discreción. Simone de Beauvoir