Márcame el corazón con tu caligrafía.
Insiste hasta que se encienda algo.
Y si se enciende, cachéame,
mira a ver si tengo letras en la piel:
soy un valioso manuscrito
sellado con tatuajes de humo.
Márcame el corazón. Miren Agur Meabe
Los salarios del trabajo dependen generalmente, por doquier, del contrato concertado por lo común entre estas dos partes, y cuyos intereses difícilmente coinciden. El operario desea sacar lo más posible, y los patronos dar lo menos que puedan. Los obreros están siempre dispuestos a concertarse para elevar los salarios, y los patronos, para rebajarlos.
The Republic. Honore Daumier
Inseguros de sus propias voces, incapaces de cantar una canción, llevan consigo un gramófono o un transistor incluso a una merienda en el campo, temerosos de enfrentarse con el vacío y la inercia de sus propias mentes, encienden la radio y comen y duermen con el acompañamiento de un continuo estímulo del mundo externo: ahora una banda de música, ahora un poquito de publicidad, después un poco de chismorreo llamado noticias.