LA VIDA VENCIENDO A LA MUERTE

Los árboles, triunfales e inmortales, crecían ofreciendo sus dones y sus servicios, y cuando tenían que morir, morían de pie, no eran piedras muertas erigidas para conmemorar, amenazar o recordar, eran la vida venciendo a la muerte.

(Jirí Weil. Mendelssohn en el tejado)

LA ESCAPATORIA

Hugo Barros Mesineto

Encontrar escapatorias cuando no se quiere mirar dentro de uno mismo es la cosa más fácil de este mundo. Siempre existe una culpa exterior, hace falta mucha valentía para aceptar que la culpa —o, mejor dicho, la responsabilidad— nos pertenece tan solo a nosotros.

(Susanna Tamaro. Donde el corazón te lleve)

LA INGRATITUD

Ingratitud. Collage manual. Inma Díaz @unalunitagranate

La ingratitud es el más feo monstruo que existe sobre la tierra.

(Benito Pérez Galdós. 19 de marzo y 2 de mayo, EN 3)

LAS APARIENCIAS

Cuídate, cariño, que hay gente que lo perdona todo menos las apariencias.

EL TRABAJO

El trabajo de un escritor es hacer que sea más difícil creer a los saqueadores mentales.

(Susan Sontag)

LA TERNURA QUE HABÍA ENTRE NOSOTROS

Por la noche. Inma Díaz

Por la noche, cuando volvía a casa, hacíamos el amor. Con la electricidad de la rabia y la tristeza y la ternura que había entre nosotros. Y que nunca expresamos en voz alta.

(Lucia Berlin. Hasta la vista)

LA TIRANÍA

La Grande Piscine de Brouse. Jean-Léon Gérôme

El mundo actual nos somete a la pavorosa tiranía de la comodidad, de la velocidad.

(Joaquín Araújo)

LO QUE QUEDA

SILENCIO RESPIRABLE

Ventanuco. Inma Díaz

El silencio del callejón desierto era tan fino, tan sutil, que a ambos lados del ventanuco se oía la respiración de los dos cuerpos.

(María Dueñas. La templanza)

DIARIO DE UN FISCAL RURAL

Anoche me metí en la cama muy temprano, porque sentía esa inflamación de garganta que ahora me suele dar de vez en cuando.

(Tawfiq Al-Hakim. Diario de un fiscal rural)

PALABRAS MORDEDORAS

Te quiero. Collage manual. Paqui Díaz 

Hay muchas palabras calladas que muerden detrás de las que decimos.

LA MEMORIA TRISTE

Oxalis Prudentis. Inma Díaz

Los recuerdos tristes dormitan largo tiempo en una de las innumerables cavernas de la memoria; se mantienen allí durante años, decenios, la vida entera. Después, un buen día vuelven a la superficie, el dolor que los había acompañado vuelve a estar presente, tan intenso y punzante como lo era aquel día de hace tantos años.

(Susanna Tamaro. Donde el corazón te lleve)

LA ATENCIÓN Y EL CONOCIMIENTO

Humbold, muy personal. Collage manual. Inma Díaz @unalunitagranate

La atención es ya de por sí un conocimiento.

LA FELICIDAD ES UNA TARTA DE MANZANA

La felicidad no puede contarse. Es como una tarta de manzana, se come hasta la última miga que hay en el mantel y después se lame el zumo dorado que mancha los dedos.

(Franz-Oliviert Giesbert. La cocinera de Himmler)

UN ROSAL ÚNICO

Un jardín único. Inma Díaz

Aparte de la hierba y de unos tristes narcisos, teníamos allí un rosal único, de color amarillo. En verano solía trepar por alrededor del blasón, hasta el lugar en que encontraba el sol y donde creaba una flor bellísima

(Jaroslav Seifert. Toda la belleza del mundo)

HISTORIA DE LA ETERNIDAD

Jorge Luis Borges publicó en 1936 su Historia de la eternidad, del que se vendieron treinta y siete ejemplares en la Librería Ateneo, ubicada en la calle Florida de Buenos Aires. El autor, atónito y agradecido, quiso encontrar a los treinta y siete compradores, pedirles disculpas y prometerles un libro mejor en la próxima ocasión.

(Encuentro con las artes y las letras N.28 TV2, 12-11-1976)

LA BELLEZA HUMILDE

 

Amapola española. Inma Díaz

Las flores nunca se enorgullecen de sus talentos.

ASCO

Me gustan las personas de una en una, y hasta de cuatro en cuatro, pero la humanidad en bloque me da y en ella me doy yo, asco.

(Maruja Torres. Cuanta más gente se muere, más ganas de vivir tengo)

CRISANTEMOS COMO LEONES

Crisantemos. Algunos tan grandes como la cabeza de un bebé. Ramos de hojas rizadas color penique con fluctuantes pliegos desvaídos. Los crisantemos, comentaba mi amiga cuando íbamos al jardín a la búsqueda de capullos, son como leones, tienen carácter regio, yo siempre espero que salten, que se vuelvan contra mí rugiendo y gruñendo

(Truman Capote. El invitado del Día de Acción de Gracias)

SENTIR LOS COLORES

El poeta Karel Vanék dijo una vez, viendo en una revista un dibujo de Marold, de París, que este artista no sabía dibujar sino que también sentía los colores.

(Jaroslav Seifert. Toda la belleza del mundo)

LA FUERZA ME ACOMPAÑA

@laotrapoesía

BUENOS Y MALOS

Las monjas pusieron mucho empeño en enseñarme a ser buena.

(Lucia Berlin)

Y LLEGÓ EL SÁBADO

El trayecto del calabozo municipal a la cárcel del condado pasa por la cima de las montañas sobre la bahía.

(Lucia Berlin. Y llegó el sábado)

MALVIVIENDO EN LAS DUNAS

Al principio parecía desierto, kilómetros y kilómetros de dunas. Dunas de basura apestosa, humeante. Al cabo de un rato, a través del polvo y el humo, empezabas a ver gente trepando por las dunas. Pero era gente del color del estiércol, vestida con harapos idénticos a los desechos por los que se arrastraban.

(Lucia Berlin. Buenos y malos)

EL RÍO Y TÚ

El río. Inma Díaz

Si vas de prisa, el río se apresura.

Si vas despacio, el agua se remansa.

(Ángel González)

TRAFALGAR

Se me permitirá que antes de referir el gran suceso de que fui testigo, diga algunas palabras sobre mi infancia, explicando por qué extraña manera me llevaron los azares de la vida a presenciar la terrible catástrofe de nuestra marina.

(Trafalgar. Benito Pérez Galdós)

LIBROS EN PRISIÓN

Lo conocí en la cárcel del condado cuando él acababa de cumplir dieciocho años. Ninguno de los dos había estado antes en prisión. Yo le contagié el gusto por los libros. La primera vez que se enamoró de las palabras fue con El bote abierto de Stephen Crane. Cada semana venía el encargado de la biblioteca, le devolvíamos unos libros y escogíamos otros.

(Lucia Berlin. Y llegó el sábado)

CUANDO ESTABAN SOLOS

Cuando los árboles estaban solos. Inma Díaz

Pensemos en los árboles cuando estaban solos. Todavía la Naturaleza no había sido contaminada por el dolor humano. Mucho antes del paraíso...

(Carlos Edmundo de Ory. Humanismo del árbol)