Sienta divinamente bien dejar atrás el invierno, es sencillamente estupendo. La primavera huele de maravilla y alarga todos los placeres. Los antiguos latinos llamaban a la primavera simplemente ver (ver-veris, n). Al vulgarizarse esta palabra debió parecer demasiado corta y se alargó añadiéndole el adjetivo prima (primus-a-um), quedando así nuestra primavera como la primera primavera. Para siempre ¡qué bien!
La luz. Isabel Guerra
Adolescencia en flor... Apenas si recuerdo... Aquel mechón de tu cabello rubio, y aquél soñar de mi silencio.
He vuelto a ver hoy mi retrato. Vicente Aleixandre
Millones de personas deseosas de inmortalidad no saben qué hacer consigo mismo en una tarde de lluvia de domingo.
Susan Ertz
Llueve hoy aquí también, pero no es mi caso el de la cita. Ayer campeamos durante horas, así que hoy en casa se está muy bien: cocinando, leyendo, trasteando...
A mí este afán por poner a los niños delante de un ordenador en vez de un maestro de carne y hueso, que les hable, que les escuche, que les motive, no me convence en absoluto.
La ciencia y la vida. Valentín Fuster y José Luis Sampedro con Olga Lucas
Pienso muchas veces que el gran mal de nuestras escuelas es que olvidamos que leer y escribir correctamente es el principio ineludible de todo entendimiento.
Todas las cosas son imposibles mientras lo parecen.
Tuvo que vestirse de hombre para acceder como oyente a la Facultad de Derecho de la Universidad Central, puesto que en la época la educación universitaria estaba vedada a las mujeres. Vestida también de hombre, Concepción participa en tertulias políticas y literarias, luchando así contra lo establecido en la época para la condición femenina. En 1863 se convierte en la primera mujer que recibe el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres.