miércoles, 4 de octubre de 2006

Esta realidad


¡La vida apremia, urge por todas partes! Una vida que parece haberse hecho, bajo algunos aspectos, cada vez más invivible e irreal, agrediendo al individuo y convirtiéndolo en el blanco de un febril bombardeo de deberes, estímulos, agobios, impuestos, cometidos, solicitudes u órdenes que le impiden vivir.

Oblómov y la verdadera vida. Claudio Magris

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