jueves, 19 de julio de 2007

Los libros no son inocentes

Esta foto fue tomada la noche de San Juan en Sierra de Cazorla: los integrantes del club de lectura Piononolee condenaron a la hoguera, por motivos diversos, al libro que cada uno fue capaz de quemar. Me conformé con saltar la hoguera en la distancia, pues yo me andaba quemando con otros tochos.
Ardió requetebien, me contaron, Los cuadernos de Don Rigoberto, de Mario Vargas LLosa.
¿Te atreves a quemar un libro? ¿cuál?

Los libros no son objetos inocuos e inocentes, cuando una sociedad entra en crisis es lo primero que se quema, se requisa, se censura y se prohíbe.
Ricardo Labra

Más, en la bodega...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No seria capaz de quemar todo aquello que nos enriquece...(Ojos que no ven corazón que no siente...)Y mis ojos quieren ver y mi corazón ansia sentir...

María Dubón dijo...

Yo no quemaría deliberadamente ninguna obra. No hay libro tan malo que no tenga algo bueno.

Un saludo.

M dijo...

Yo si...eso de que un libro no debe quemarse, es una tonteria. Los hay que merecen fuego eterno....incluso si venden.

Voy a quemar....estoy dudando entre varios....pero, La Catedral del Mar, puede ser uno. Por la falta de rigor, la mala documentación, y si me apuras, le busco más pegas...

Tambien....El Lobo Estepario, de Hess, pero pq tiene una dedicatoria que cada vez que la leo, me hace daño.

B X C

Nosotras mismas dijo...

¡NOOOOOOOOOOOO!, ningún libro debería quemarse, todos dicen algo. Otra cosa es que te guste o no.

Saludos

Edanmir dijo...

Igual soy un iluso o que he leído poco pero me parece que quemar algún libro es como dar un tiro en la nuca.

reikiaduo dijo...

Yo quemaría por mi gusto, bueno los tiraría al contenedor de reciclaje, un montón de libros que en su día hicieron un papel y que ahora solo ocupan espacio. Pero hay una resistencia numantina familiar, parece como si tuvieran un "algo" mitológico de objeto intocable

Pero tú "Indigo" no hablas de esos; dicen que hay libros que sería mejor que nunca se hubieran escrito porque sirven de herramientas para hacer pupa, por ejemplo libros de nigromancias (y no seré yo quien niegue a priori tal posibilidad), pero a mí me gusta trabajar al revés, en lugar de intentar eliminar aspectos negativos luchando contra ellos, reforzar los positivos. Y es que no se nos da bien sacar "a pozales" la oscuridad de una habitación

GLAUKA dijo...

Pues quemaría un montón de libros ya te digo, de malos que son no recuerdo bien los títulos, pero sí te diré algunos de esos que consideraban a las mujeres tan rebien antaño:
"Antes de que te cases" 1946 del Dr. Nuñez.
Ángel del Hogar, "La intimidad conyugal", 1949
"Para salvarse (ellas)", 1963
"La virilidad y susfundamentos sexuales", de Federico Arvesu, médico y jesuita, 1962
La Revista de la Sección Femenina entera, pa qué andarnos con tonterías 1958
"El baile", de Vicente Hernández García,1952
"Por una mujer mejor", Antonio García Figar, dominico, 1952
,"Matrimonio", Padre David Mesengues y Murcia 1954
"Problemas Conyugales",M. Iglesias, 1954
El libro del Joven", de Doctor Carnot," 1965
"La Mujer y su Hogar",Matilde Ruiz García, 1957.
¿Razones? AQUÍ

Arcángel Mirón dijo...

¿Para qué habría de quemar un libro? ¿Porque me parece horroroso? No lo leo y listo...

Anónimo dijo...

Para que quemarlos si los puedes usar para construirte una mesa especial, calzar ese mueble que baila, usarlos de papel higiénico, tenerlos a la vista para proyectar tu agresividad sobre ellos, puedes pintarrajearlos, convertirlos en diana para dardos, hacer cucuruchos para castañas, chuches, Forrar cajas con ellos haciendo collage, empapelar las paredes de forma económica, venderlos en el rastro a peso, convertirlos en papel reciclado para hacer máscaras de carnaval, tirárselos a tu vecino gilipollas cuando pasa debajo de tu ventana, enviárselos a dictadores variados para que se queden dormidos y no hagan perrerías, encementarlos y convertirlos en ladrillos de adobe, tenerlos cerca de la chimenea para ir encendiéndola en las frias noches de invierno.También, puedes regalárselos a tus enemigos, usarlos de muralla defensiva, leerlos en público(comentando) para escarnio del autor, arrojarlos al contenedor de papel reciclado, dejarlos en el compostero para convertirlos en abono, recortar las palabras para componer otras historias, subrayar lo único bueno que tiene el libro,reenviarselos al autor con una pequeña critica destructiva(esto molaría) dicíendole: le reenvio esta mierda que creo que es suya y en mi casa no la quiero...
En fins , hay muchas posibilidades, para que quedarse con una solamente...

Fackel dijo...

Cuando una sociedad entra fatalmente en crisis, diría yo, lo primero que se ataca es la piel humana. Una vez puesta a buen recaudo ésta (la que incordia, la que disiente, la que no acepta, la rebelde, la resistente, la que debe pagar el pato...) se requisa lo que haga falta. Las quemas de libro son ceremonias de purificación, ¿o acaso vulgares exorcismos? y siempre un simbolismo estúpido. Aquello de a libro muerto...