La belleza de las flores ajadas. Inma Díaz
No es que no quiera morirme, el cielo bien lo sabe, pero el patrón básico de la vida cambia drásticamente cuando no queda nadie que nos recuerde en nuestra infancia. Cada una de esas muertes es un terremoto que entierra un poco más el pasado para siempre.
(May Sarton. La casa junto al mar)
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