Marta Ponce
Duró tres años. Tres años fingiendo estar enamorada. Al cabo de tres años Ignacio me dijo que se casaba, pero que eso no cambiaba nada. No quise. Le dije que un hombre casado bien, pero que a un hombre que teniéndome a mí se casaba, no lo quería.
(Mercé Rodoreda. La calle de las camelias)
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