
Rocco esbozó una sonrisa burlona.
¿Y qué? —dijo—. Hay otras cosas, aparte de leer y escribir. —Cruzó la habitación hasta llegar ante el ropero, que abrió de un tirón—. ¡Leer y escribir! —dijo con tono despectivo—. ¿Qué has sacado tú con ello? ¿Tienes tantos trajes como yo, acaso? ¿Y tantas corbatas? Tengo más ropa que el rector de la Universidad de Colorado; ya me dirás para qué le sirve a él saber leer y escribir?
(John Fante. Espera a la primavera, Bandini)
1 comentario:
"Dios nos libre de percibir el mundo con ese simple cinismo", diría Dolina.
:)
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