
Siempre fui el equilibrista hasta que me di de culo contra el suelo. No pude subir a tiempo al espectáculo. Me cesaron... Siempre fui eso que me tocaba ser: el equilibrista temblando ante la cuerda, el domador adentro de las fauces.
Hablo de lo que no se dice
Alfonso Chase
1 comentario:
Es la ilusión la que nos hace querer ser equilibristas. Salu2
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