jueves, 20 de septiembre de 2012

No me gustan las bromas (ni los bromistas)

En último extremo, la psicología del asesino y del bromista difieren solo en grado. Ambos son sádicos; ambos disfrutan con lo grotesco y con el placer de infligir dolor a otros. Podría considerarse el crimen como la broma definitiva y, a la inversa,  la broma como la forma social del asesinato.

El percherón mortal. John Franklin Bardin

3 comentarios:

Denna dijo...

Inquietante, muy inquietante.

Emilio Manuel dijo...

¡¡Coño con el concepto de broma!!, está claro que este no es español y aún menos que andaluz y no decimos nada de si fuera lepero o gaditano.

Menudo humor el del personaje.

Un abrazo.

Índigo dijo...

Sí, se ha pasao un pelín, desde luego, pero a mí personalmente me cansan los chistosos que siempre ejercen de tales y el bromista empedernido algo de sádico tiene, ahí sí estoy de acuerdo con el texto.
Buenos días, abrazote.