El vino retsina deja en la lengua un agradable sabor a vid y tierra húmeda, y el pulpo asado y las sardinas que están sobre la mesa, a la sombra del cañizo, me llevan a pensar que, hace tres mil años, hombres duros, atezados y silenciosos como los que remiendan las redes a pocos pasos, en el muelle del pequeño puerto, sentían idéntico sabor al comer y beber en el mismo lugar donde me encuentro.
(Arturo Pérez-Reverte. Mujeres derrotadas, o no)
Este año 2024 al que ya se le ve la cola, ha traído experiencias raras, desagradables e inesperadas. Momentos que traquetean mi vida entera, que encogen el corazón y entumecen el alma. El amor no es bastante, no es suficiente para nada... y yo, creía que sí.
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